Miren esa foto. Compartirán mi opinión cuando digo que esa imagen no corresponde al estereotipo que tendría respecto de los jugadores profesionales de yo-yo. De hecho, me los imagino más como jovencitos delgados, llenos de espinillas y con una predisposición natural a ser elegidos al final cuando se arman los equipos para una pichanga de barrio.
Sin embargo, el video que verán tras el salto podría poner en peligro dicho estigma: se trata de la rutina con la que Jensen Kimmitt ganó el Certamen Mundial de Yo-Yo 2010. Y no se extrañen: si existe una liga internacional de comedores de hot dogs, ¿por qué los adeptos a este deporte no podrían tener su espacio?
El video lo encontré bastante cool. No tan cool como esa vez en que detuve la continuidad espacio-tiempo haciendo el truco de la vuelta al mundo con un yo-yo, pero sí hace suficientes méritos como para ganarse un posteo en este blog (y créanme, acá no escribimos sobre cualquier tontera).
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