ASDF: La conspiración

NOTA DEL EDITOR: Tras la publicación de este artículo, Lloni no fue vuelto a ser visto en público. 

Hace algunos días visité la página de unos amigos y, tras leer cierto artículo, me dirigí a la sección de comentarios para dejar mi opinión (el clásico WTF o tal vez el dicharachero ELE O ELE). Como es usual, el formulario de comentarios me pidió mi nombre y dirección de correo. Naturalmente, llené ambos espacios con el riguroso "asdf" y "asdf@asdf.com".

Y me di cuenta de un secreto del que en verdad siempre he huido.

Lo que para mi se ha transformado en un comportamiento reflejo ante la exigencia de mis datos personales, sin lugar a dudas oculta un significado que para la mayoría está totalmente escondido. Debe haber algo detrás de la sigla ASDF, pero qué... ¿Alienígenas Saboteando Defensas Fronterizas? ¿Armada Secreta Disidente Franciscana? ¿Austriacos Sexualmente Desviados Frotándose? Cualquiera sea la respuesta, está ahí afuera esperando alguien que la encuentre.

Sabiendo que al compartir esta información estoy poniendo en peligro mi vida, pero consciente de que la búsqueda de la verdad está por encima de mi bienestar personal, he decidido documentar en el siguiente artículo mis hallazgos hasta el momento. He aquí lo que ELLOS no quieren que sepas...


Tras una revisión acuciosa a mi archivo bibliográfico y hemerográfico (el cual se constituye en su totalidad por ejemplares de La Cuarta y su Bomba 4), llegué a la conclusión de que la conspiración que se esconde tras ASDF no data de hace demasiados años, sino se remonta sólo hasta finales del siglo XX y comienzos del actual. El único significado posible tras el adoctrinamiento de esta generación en el uso inconsciente de ASDF sería entonces evidente hasta para el más suspicaz: Robots.

Pero debe haber algo más, porque: ¿Acaso es un secreto que los robots no son más que envidiosos artefactos motivadas sólo por el deseo de eliminar de la faz de la Tierra a todas las criaturas con alma? No. Todo el mundo sabe que los robots no son de confiar, y el que no sabe es lo suficientemente estúpido como para merecer morir en sus frías y metálicas garras o besar sus brillantes y metálicos traseros.

El siguiente paso fue recurrir a la más exacta de las ciencias: la numerología. Los resultados fueron, por decirlo menos, alarmantes:

Una prueba de que esto está innegablemente ligado a los sucesos ocurridos en el Área 51

No tengo idea de qué significa esto (tú tampoco sabes, no te hagas el listo), pero estoy seguro de que los reptiloides están involucrados o por lo menos ahí se los menciona.

Pensé que esto ya era lo suficientemente siniestro, pero los malvados tentáculos de ASDF se extienden como las odiosas raíces de un venenoso castaño (no es que los castaños sean inherentemente malos, sólo odio el arenoso sabor de las castañas. Es decir, ¿a quién se le ocurrió que esas cosas eran comestibles?):

Acá podemos observar cómo hasta las conspiraciones más intrincadas son susceptibles de errores "humanos" (entre comillas, porque no sabemos si quienes están detrás de esto sean realmente humanos). Lo claro es que este asunto alcanza hasta las jerarquías más altas del gobierno estadounidense.

Si Salfate lo escribe en una pizarra, debe ser verdad.

Las Torres Gemelas estaban marcadas de antemano para su destrucción con el fatídico tetragrama. Además, entre las llamas podemos distinguir claramente la figura de un gato surfer, animal que los egipcios adoraban por razones que aún desconocemos, pero que seguramente tenían que ver con quienes se esconden tras ASDF.

Sé bien lo que ahora estás pensando: pero Lloni, ¿cómo le haces para ser amado por todas las mujeres y admirado por todos lo hombres? La respuesta: Shampoo y Jabón. Úsalos. Preferentemente en combinación con agua caliente.

Respecto de ASDF, aún no descubro el significado y vinculación de los hechos que acabo de presentar. Si mis cálculos son correctos y los robots realmente están involucrados, todo apunta a que tras la fatídica sigla está escondido el secreto para viajar en el tiempo. Aún me quedan algunos cabos sueltos que atar, pero si llego al fondo de esto publicaré los resultados aquí mismo, poniéndome como plazo entre hoy y la semana antepasada.

Y recuerda: la verdad está ahí afuera, al lado de ese perro que se está lamiendo los genitales. Búscala (o no. Como sea, no me interesa...)